lunes, 10 de julio de 2017

Entre el cielo y el infierno

Tenemos demonios y ángeles en nuestra cabeza, todos.
Estamos entre el cielo y el infierno a cada momento del día pero no lo importante es que somos nosotros mismos y podemos decidir la parte que debe actuar en la mejor forma posible. 

El cuerpo es el templo entre el infierno y el cielo; te golpeará tan fuerte que no sabrás a dónde llegarás y te arrepentirás de tus acciones en algún punto de tu vida. 
Acepta quién eres en la forma en que viniste a este mundo decadente. Eres único con tus ángeles y demonios; las voces dentro de cabeza gritando y golpeando tu corteza cerebral a cada segundo del día no deberían controlarte en la forma en que lo están haciendo ahora; destrúyelos si te están haciendo daño pero si están de tu parte: Abrázalos; llévalos contigo a lo que no pueden imaginar y en lo que no tienen control ellos mismos. De esa forma siempre estarán de tu lado y no contra ti. 

Porque así es el mundo lleno demonios luchando contra ángeles pero en realidad es sólo personas, seres humanos peleando contra otros seres humanos y no hay nada de que asustarnos sino tener una mente abierta en todo momento oscuro o lleno de luz. 


domingo, 2 de julio de 2017

Poema: Matándote

La vista es majestuosa
desde lo más alto 
en la azotea
de un edificio

Lágrimas 
comienzan a correr 
por mis ojos 
llenos de ojeras

Me acerco al borde
entre la vida 
y la muerte
en ella misma

Día nublado
para el final
el final de los tiempos
de este ser

¿Qué estoy esperando?
No lo sé
quiero admirar
la belleza, una vez más

Si es que la hay, 
la estoy admirando
ahora
en el edificio más alto

No hay nadie a mi alrededor
ni a kilómetros de distancia
ni una pobre alma se ve
no hay nadie para detenerme

El suceso está por pasar
estoy matándome
sin haber vivido lo suficiente
simplemente es mejor el ahora

Camino en círculos, 
pero sin llorar, 
sólo con los ojos rojos
llenos de dolor

Y lo más bello
son las nubes, tan oscuras
que no hay luz del sol
y eso me da paz

Ha llegado la hora
de matarme y decir adiós
a este mundo lleno de desgracias

Me acerco al borde en dos pasos
y dolor comienza a aumentar
las lágrimas salen sin parar
y no distingo a mi alrededor

Me dejo caer a lo profundo 
a lo desconocido
mi vida puede estar o no
pasando frente a mis ojos, mi mente

Me estoy matando
y ya no habrá más dolor, 
pues todo será instántaneo
y es un final en paz

En los últimos segundos de la caída
es ahí donde todo se volvió oscuro
y la tranquilidad vinó a mí
¡Estás matándote!- me digo a mí.
y es así como termina...